Luz

 

Dulce es la luz y un placer para los ojos ver el sol. Qoelet 11, 7

El fondo marino entraña una oscuridad apabullante, sin embargo tiene un colorido espectacular creado por los corales, los peces, las algas… Una belleza maravillosa, un derroche creativo.  Pero sin luz no se ve nada de él,  y allí nunca hay luz ni espera ser iluminado.

Sin luz las cosas no desaparecen, sólo, no las vemos.

Gracias a la luz de Dios, vemos lo visible y lo invisible. Cuando la luz es muy intensa y se aproxima, nos ciega, hace que no veamos nada a pesar de estar inmersos en ella, pero nos permite ser más conscientes de lo más profundo y difícil de ver,  nuestro interior. ¿Será con Dios también así? porque cuando vamos acercándonos a Él cada vez está más desdibujado.

Isa

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Amiina – Kolapot (4:40)http://www.youtube.com/watch?v=ikCbRKGyzu4