Un camino fácil para llegar a Dios es Orar con sencillez de corazón.
Orar con el Padrenuestro es seguir el recetario de Jesús para sentir la mano de Dios, y por tanto, estar en paz con los demás.
Dios ideó los sentidos corporales para que pudiéramos reconocer lo que nos rodea, y al mismo tiempo fuéramos conscientes de algunas cosas que pasan en nuestro interior. Los sentidos son ventanas que nos abren a la vida.
Con sencillez de corazón se abren los ojos a la realidad. Los oídos a las voces de los márgenes de la vida. Se descubre el sabor de la belleza y el olor de lo que tiene que ver con Dios y sus cosas. Con sencillez de corazón se siente la mano del Padre y su empuje a vivir con intensidad.
Este libro habla de todo esto de manera sencilla, clara y profunda. Dice Jesús:
» Te doy gracias Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has dicho a las personas que son sencillas.» Mateo 11, 25
Isa
Un bello canto: Miguel Poveda y Mariza » Meu fado meu» (6:59)