Cada uno tenemos un camino por hacer, a eso llamamos Vida.
Cada camino es único e irrepetible.
Camino en soledad acompañada, como el que eligió Jesús rodeado de gente, hombres y mujeres amigos para convivir.
Camino para hacer con mochila, para llevar risas y llantos, problemas y soluciones, sentimientos y enseñanzas, y para guardar pensamientos y recuerdos.
Camino inspirado por unos ojos que miran las rutas de los demás, para aprender a hacer el diseño del viaje propio.
Camino de peregrino, camino de confianza, camino lleno de pasos dados guiados a ciegas por la Vida, por la Palabra que siempre instruye y orienta el sentido a seguir.
Caminar hacia un destino final: el encuentro con la profundidad del ser desde lo más divino de su hondura.
Isa