Obras son amores: Vestir al desnudo
El vestido protege al ser humano de las inclemencias del tiempo, y además cubre la intimidad de la persona
Esta obra amorosa de vestir al desnudo requiere la capacidad de percibir su desnudez y cubrirla con esmero. El vestido del que nos habla Jesús supone la búsqueda, de manera detallada de la talla del otro, porque no vale cualquier cosa, la buena gente es aquella que además cubre las necesidades del otro con un vestido confeccionado con un tejido adecuado, que no produzca alergia ni picores, y fundamentalmente que le abrigue de verdad.
A veces estamos desnudos ante la vida, desprotegidos, con necesidad de que alguien nos arrope y conforte de las inclemencias de la vida, un buen cristiano está ahí en ese momento, representando al propio Jesús.