Bienaventurados

Una flor de tulipánSer bienaventurado es ser dichoso, es ser  feliz.

En mi grupo de formación religiosa pregunté: ¿sabéis que es una bienaventuranza?

María dijo: “Eso es la aventura de Dios,  ¿verdad Isa?»

Sin embargo, Raquel puso una cara de no tener ni idea. Pedro, con mucho encanto y teatralidad, confundió las bienaventuranzas con las tentaciones de Jesús en el desierto. Y Santiago dijo: «Las bienaventuranzas son los consejos que Jesús da para que los hombres sean felices y no vivan agobiados».

A continuación leímos despacito, una a una,  las bienaventuranzas del evangelio de Mateo en la versión de la biblia interconfesional  (esta traducción resulta más cercana y fácil de entender que en otras).

Al terminar la lectura, María rompió a llorar. Le dije: ¿qué te pasa?, y contestó con voz fuerte: “Me ha dado mucha alegría y emoción lo que has leído”. Entonces Raquel, después de decir «¡qué bonito!»  le dio a María un pañuelo para que se sonara. Y seguimos orando.

La palabra de Dios llega directamente al corazón de los sencillos de espíritu como son las personas con discapacidad intelectual del grupo al que me refiero.

Isa

Shumann: Escenas de niños (1:39) http://youtu.be/EuVO41o18ko


Las Bienaventuranzas