De excursión con un grupo de personas con discapacidad intelectual al Monasterio de San Lorenzo del Escorial, delante del “Cristo de la Buena Muerte”, uno de ellos me hizo el siguiente comentario: “Isa, en esta cruz Jesús está aún vivo, no como en otros que ya está muerto”.
Este comentario me hizo caer en la cuenta de que hay veces que miramos sin ver y hay otras que vemos sin mirar. Efectivamente, en esta imagen Jesús aún vivía.
Esto me hizo pensar en la capacidad de la mirada como punto de reflexión en cuaresma. Después de esta experiencia, me fijo más si Jesús está vivo en el crucifijo.
Erbarme dich, de la Pasión según San Mateo de J. S. Bach Bach.