DOS

Dios ha hablado una vez,
dos veces, lo he oído.
Sal 62, 12

Dicen que los comerciantes fenicios inventaron  las cifras arábigas, es decir los números que utilizamos actualmente 1,2,3…. y el objetivo era para contar y anotar su contabilidad comercial. Cada número entrañaba en su diseño originario, o forma más primitiva,  tantos ángulos como el valor que se le asignaba. El número 2 tiene esa forma de doble ángulo, por tanto su valor es dos, y así todos los números del cero al nueve, el cero no tiene ningún ángulo, de ahí su valor.  Pero el protagonista de hoy es el  DOS, número  que entraña un doble ángulo, un doble sentido.

  • Dos es la unidad de relación.
  • Dos es indicio de equilibrio.
  • Dos es producto de una doble vertiente.
  • Dos es futuro esperanzado de compañía.
  • Dos significa posibilidad de comunidad o de tormento…

En el relato de la creación aparecen muchas cosas pares. Comienza el autor con el cielo y la tierra, continúa con la separación del firmamento y las aguas, luego entran en escena los dos luceros mayores, el sol y la luna, encargados de dar luz a la tierra, seguirá con  la grandiosa diversidad de animales emparejados,  y culmina el relato con la creación de la pareja humana, para dar a luz más Vida: Dios a imagen suya los creó. Y en esta pareja humana a su vez cuántas cosas dobles en su naturaleza: dos ojos, dos oídos, dos riñones, dos pies…, y cuántos sentimientos doblemente enfrentados: alegría-tristeza, vitalidad-flaqueza, placer-dolor, saciedad-hambre, diversión-aburrimiento, valentía-cobardía …

En la biblia hay muchas parejas, muchos doses, muchas cosas duplicadas, al mismo tiempo que encontramos la negación de el dos frente a la opción por el Uno: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor (Dt 6, 4), un solo Señor, un solo Dios, un solo Padre.

Cuántas cosas necesitan de dos para ser: la moneda con sus dos caras; una balanza con dos platillos; la boca con sus dos labios; una bicicleta con dos ruedas; la comunicación uno habla y otro escucha; un balancín con sus dos extremos; la pareja, uno y otro; el amor, que si no tiene a otro no puede ser; y cada uno de nosotros que sin el aliento de Dios nada somos.

A nuestro Dios le gusta lo que es más de uno, quiere la relación, el contacto, la proximidad, el compartir.  Y de hecho es un Dios tres en uno: Padre, Hijo y Espíritu. Un Dios que no ha querido quedarse solo y tampoco que nosotros nos sintamos abandonados por Él. Por eso, entonces, nos envía, en cada momento, a su hijo Jesús, “Dios con nosotros”, para estar en sintonía con Él al mismo tiempo para que aprendamos cómo entrar en buena y amorosa relación con el otro, con el prójimo. Porque gracias al otro llegaremos al propio yo, y entrando en el doblez de nuestro yo descubriremos en nosotros la parte más divina que tenemos de Él.

 Isa
____________________________________________________________________-
Rachmaninov : Vocalise (6:29) http://youtu.be/w0pIzxpBzfc
 

Cerca

Cerca está el Señor de los que lo invocan, de todos los que lo invocan con sinceridad. Salmo 145, 18

En el documento  Humanizar la humanidad practicando la proximidad, Pedro Casaldáliga escribió estas palabras sobre la cercanía: 

“Yo me debo hacer prójimo descubriendo al próximo, buscándolo, acogiéndolo, dando y donándome en su servicio. Sin hacer acepción de personas. Sin miedo de contaminarme con un samaritano heterodoxo. Solamente amo al prójimo en la medida en que salgo, libre, abierto, solidario, al encuentro del próximo, aproximándome a él, aproximándole a mí”.

La doble dirección dar y recibir. Ambos próximos para ser prójimos.

Isa

_________________________________________________

Erkan Oğur – Aşk-Matthias Passion 

CERCANIA

Las cosas de la vida nos trasladan a las cosas de Dios.

Cuando leo en la Biblia: ¡No tengas miedo, que estoy contigo! recuerdo que cuando mis hijas eran pequeñas, y todavía no sabían nadar, yo les esperaba dentro de la piscina y les insistía para que se tiraran diciendo: “¡No tengas miedo, salta! ¡Que estoy aquí, contigo!, ¡Venga que no me muevo!, ¡Que estoy contigo!, ¡Salta!”… Unas veces saltaban al agua,  pero otras imposible, les podía el miedo.

En los textos que he ido seleccionando, Dios nos dice de manera repetida e insistente que está con nosotros,  que no tengamos miedo. Y es que Dios es un Padre que nos lleva de la mano con todo cariño y ternura. Un Padre que siempre está con nosotros aunque no nos demos cuenta o no le veamos. Un Padre que nos dice que nos sintamos seguros porque él nos acompaña.

Os invito a orar y sentir  la cercanía de Dios.
Isa
____________________________________________________

Yumeji’s Theme by Shigeru Umebayashi  

 

El desierto

 

Por eso voy a seducirla, voy a llevarla al desierto y le hablaré al corazón. Oseas 2, 6

Desierto lugar de la escucha, lugar del silencio, del encuentro con la debilidad, con la pobreza de uno mismo. 

Desierto lugar fértil en su aridez, lugar de naturaleza escondida,  de la vida que lucha por la vida.

Isa Cano


El Desierto

_________________________________________________________________

A variation On Scotty. Shigeru Umebayashi

Adios, Pedro Casaldáliga

Querida Isa,

Gracias por tu invitación: a orar y precisamente a partir de una palabra, de la Palabra. Invitándonos a orar a partir de una palabra nos invitas también a guardar silencio ante tantas palabras vanas o violentas. Siempre estando en sintonía con el Verbo divino que se hizo palabra humana.

En ese silencio y con estas palabras, recibe un abrazo en la Paz de la Palabra del Reino, que es el silencio de la Palabra de Jesús de Nazaret.

Pedro Casaldáliga

Nombre

Dios, al nacer nos pone nombre. Durante la vida nos llama por nuestro nombre. Y al final lo pronunciará para que al oírlo sepamos dónde ir.

Un verso de Pedro Casaldáliga.

Al final del camino me dirán: ¿Has vivido? ¿has amado?

y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres.

El nombre de Dios es amor, y con él vivimos felices.

Isa

Una música para orar: Tigran Quintet

Enterrar

Obras son amores: Enterrar a los muertos

Los seres vivos somos parte de la tierra: en ella nacemos, con ella crecemos y a ella volvemos después del camino de la vida. Por eso, la tierra es el símbolo universal de la madre naturaleza,  y todos regresamos a ella como a la casa materna.

«Vuelve a la tierra de tus padres, donde están tus parientes, que yo estaré contigo». Génesis 31, 3

Isa


Una música para acompañar tu lectura: Concierto de piano y orquesta de Ravel

 

Presos

Obras son amores: Visitar al preso y Redimir al cautivo

Jesús estuvo preso y vivió la soledad de la injusticia.  

Las obras de misericordia  nos recuerdan que estamos llamados a ser mano de Dios eficaz y efectiva con todos, en particular con las personas que están en situaciones límites de la vida,  y esa práctica nos redimirá a nosotros mismos como cautivos de nuestra propia debilidad.

Isa

Pincha aquí si quieres acompañar tu lectura con música: Befield du deine Wege( J.S. BAch, PAsión de San Mateo)

Desnudos

Obras son amores: Vestir al desnudo

El vestido protege al ser humano de las inclemencias del tiempo y cubre la intimidad de la persona.

Esta obra amorosa de vestir al desnudo requiere la capacidad de percibir la desnudez y cubrirla con esmero. Vestir, como Jesús lo haría, supone la búsqueda de la talla del otro, respetar sus gustos y buscar en tejido adecuado, que no produzca alergia ni picores.

A veces estamos desnudos ante la vida, desprotegidos, con necesidad de que alguien nos arrope y conforte de las inclemencias de la vida, como lo haría Jesús.

Isa

Peregrinos

Obras son amores: Acoger al peregrino

Acoger es un verbo con doble dirección, supone recibir y dejarse invitar.

María supo practicarlo en plenitud. Dios andaba como un peregrino buscando acogida, María abrió su ser y engendró a Jesús.

Jesús promulgó la acogida amorosa al que a la puerta está. Él también suplica nuestra acogida, no porque necesite de nosotros sino porque nos quiere: «Mira que estoy a la puerta y llamo, si me abres, entraré y comeré contigo»,  así de simple acoger para compartir. Eso es la santidad de Dios.

Isa

Olafur Arnalds. Poland 

 

Sedientos

Obras son amores: Dar de beber

«De noche iremos de noche, que para encontrar la fuente, sólo la sed nos alumbra» (San Juan de la Cruz).

El instinto puede ser un camino para saciar la sed en la soledad del ser humano. Pero la mano y la bondad amiga pueden darnos de beber cuando estamos  sedientos del amor de Dios.

Isa

Alexandre Desplat. Labandon

 

Hambrientos

Obras son amores: Dar de comer

Nuestra tierra es rica en alimentos, está preparada para sustentar a todo ser vivo, de cualquier especie, sin embargo hay hambre en el mundo.

Dar de comer es tan humano como el mensaje de Jesús.  ¡Qué necesaria es esta obra de misericordia! tan sencilla, pero tan incumplida.

Isa

Alexandre Desplat. La  joven de la perla


Enfermos

Obras son amores: Visitar y cuidar a los enfermos

Cuando una persona está enferma deja de hacer su vida normal. Esta situación es lo que diferencia la enfermedad de la salud.  La enfermedad aparta a uno de su actividad, y puede provocar la sensación de inutilidad y soledad. La enfermedad es un recuerdo de nuestra fragilidad.

Estar al lado de la persona enferma es una demostración de amor, es una gran obra de misericordia.

Isa


Pasión según San Mateo.- Bach


Rogar a Dios

Obras son amores: Rogar a Dios

Poner en manos de Dios la vida es un acto amoroso de fe y esperanza en Él. Rogar a Dios por los vivos y difuntos es querer dejar a Dios el espacio para que actúe allí donde solo puede llegar Él. Esta obra de misericordia enlaza el amor de Dios con la vida en la tierra y en el cielo.

Isa


Lucas D`Alberto.Grace.


La Palabra de Dios nos habla: 


 

Ser comprensivo

Obras son amores

Dios nos ha hecho defectuosos, y cómo nos cuesta sobrellevarlo… Convivir a diario con el defecto propio y ajeno no es fácil, es una prueba de resistencia, es muestra del amor verdadero.

¡Qué práctica es esta obra de misericordia!

Isa


Adagio for Strings. Samuel Barber


Consolar


Obras son amores

Consolar es aliviar la pena al afligido con la presencia, con la caricia o las buenas palabras. Pero este gesto de amor no evita el daño.

Hay situaciones dolorosas que no tienen vuelta atrás solo el paso del tiempo y  la compañía amorosa del otro ayudan a sobrellevarlos.

El consuelo disminuye el dolor porque la pena se comparte.


Epilogue. Kristoffer & Daniel Wurtzel